Han pasado 120 años desde que se instauraron los Juegos Olímpicos modernos, un evento deportivo mundial que se realiza cada cuatro años, por el que las grandes ciudades de cinco continentes se disputan la sede.
Este 2016 se cumplirá la XXXI edición de estos Juegos en Río de Janeiro, Brasil, un acontecimiento histórico ya que por primera vez se celebrarán en Sudamérica. ¿Pero cómo llegaron a consolidarse hasta nuestros días?
Este certamen de alto prestigio e impacto global, nació a finales del siglo XIX de la mano de un parisino entusiasta: el Barón Pierre de Coubertin, bautizado como el padre de los Juegos Olímpicos modernos.
El barón tuvo la idea de revivir los antiguos Juegos Olímpicos, pero en forma de un evento multideportivo e internacional, inspirándose en los juegos organizados por Evangelos Zappas en Grecia.
En 1894, Coubertin presentó sus planes en la Universidad de la Sorbona, en París, y una vez aprobados en un congreso, sugirió que se desarrollasen en 1900, coincidiendo con la Exposición Universal de París.
Como una espera de seis años podía hacer disminuir el interés del público, los miembros del congreso optaron por llevar a cabo los Juegos inaugurales en 1896. Demetrius Vikelas propuso oficialmente Atenas como sede, y como Grecia fue el lugar donde nacieron los Juegos Olímpicos, la propuesta fue aprobada unánimemente. Vikelas además fue elegido presidente del recién creado Comité Olímpico Internacional.
Así los Juegos Olímpicos de Atenas 1896, los primeros Juegos de la era Moderna, se celebraron en Atenas, Grecia, entre el 6 y el 15 de abril de 1896. Participaron 241 atletas masculinos de 14 países, que compitieron en 43 disciplinas de 9 deportes.
Para conocer más detalles de este certamen histórico visita la web del Comité Olímpico Internacional