Asombro, eso fue lo que experimentó la triatleta Renata Pesántez cuando se enteró que formaría parte del Proyecto Jóvenes Promesas 2020, el programa que impulsa el Comité Olímpico Ecuatoriano para atender a los mejores deportistas juveniles del país rumbo a los eventos del Ciclo Olímpico del próximo año.
“Me quedé asustada ¿por qué yo? ¿por qué no mis compañeros?”, fue lo primero que se preguntó. “Luego me sentí super orgullosa de mí, porque sé que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo super bien”, agregó la deportista de 14 años, poseedora del título nacional en la categoría menores.
Renata viajó desde Cuenca a Guayaquil para realizarse chequeos médicos y recibir implementación deportiva como parte de las ayudas que brinda el proyecto. “Me parece que es una muy buena oportunidad para chicos como yo que necesitan implementos para entrenar”.
Su padre Andrés Pesántez, quien también tuvo una carrera como triatleta, la acompaña y apoya en todo momento. “Papá y mamá éramos deportistas, entonces es una continuación de nuestros sueños, orgullosos por esa parte, le apoyamos 100%, todos los recursos tratan de centrarse en ella, sin presionar obviamente…”, señaló Andrés.
En una época en que la economía mundial ha sido afectada por la emergencia sanitaria, Andrés ve esta ayuda como una bendición: “Casi en todos los deportes, los papás somos los que corren con los cargos, justo en esta época de pandemia, que todo está complicado, la ayuda cayó del cielo… Muy agradecidos con este proyecto del Comité Olímpico”.
SUS INICIOS EN EL TRIATLÓN
Renata comenzó en la disciplina de triatlón hace cuatro años luego de probar varios deportes y tras recibir el impulso de sus padres. “Ellos me fueron inculcando poco a poco, probando deportes. Entrené bicicross, natación, atletismo… como mi papi era triatleta quise probar triatlón y después vi que me fue gustando, en mi primera competencia llegué segunda y dije para esto estoy hecha y me quedé entrenando”, contó la deportista.
Reconoce que siempre ha sido competitiva, lo que le dio impulso para mejorar. “No me gustaba que me feliciten por llegar quinta o tercera, porque se siente mal”.
Pero cuando ya había alcanzado un gran nivel una operación por un lipoma en su pierna izquierda la hizo retroceder. Tras la recuperación la cuencana buscó retomar su forma deportiva. Con la guía y ayuda de sus entrenadores Cecilia Fárez y Diego Heredia, comenzó a intensificar sus entrenamientos para superar las marcas de sus compañeras, y pronto se comenzaron a reflejar los resultados.
El año anterior logró la medalla de oro en los Juegos Nacionales Prejuveniles, a pesar que una caída casi la desanima durante la prueba de ciclismo. “Cuando me caí me quería quedar sentada porque ya perdí la esperanza, pero vi que mi entrenadora me gritaba, mis papis me apoyaban, mi familia iba también a verme. Dije no, como voy a quedar última me paré y di todo de mí, y quedé primera…”, es lo que recuerda de aquel día lluvioso.
Aunque la pandemia postergó los Juegos Olímpicos de la Juventud de Dakar a 2026, Renata piensa en grande; desde ya se alista para alcanzar su sueño olímpico y apunta a París 2024: “Mi sueño es llegar a JJ.OO., ganar una medalla para el país, quiero ser la primera chica en ganar una medalla”.
Sin duda alguna Renata es un claro ejemplo de que no importa las veces que caigas, siempre puedes levantarte.