El ecuatoriano Klaus Jungbluth retornó recientemente de República Checa, donde participó en la competencia Jizerská Padesátka, una carrera de esquí sobre nieve que reunió a más de 7.000 deportistas de todo el mundo en la ciudad de Bedrichov.
Se trata de la ter era vez que Jungbluth participa en este tipo de competencia, siendo el único ecuatoriano, puesto que en nuestro país no existen las condiciones para entrenar un deporte de invierno como el esquí.
Klaus se prepara con una disciplina parecida, el esquí de asfalto, en el que utiliza implementos similares, pero con ruedas. Aunque hay algunas diferencias con el entrenamiento sobre nieve, el ecuatoriano ha mejorado su propia marca desde la primera vez que participó.
“Cada carrera tiene un recorrido diferente. La primera y segunda vez fue en Suecia con recorridos de 61 y 90 kilómetros. Esta vez fue en República Checa con una distancia de 50 km”, comenta el deportista de 36 años.
“El clima no ayudó mucho esta vez y faltaba nieve. En general me sentí mucho mejor. Mi tiempo fue mejor que la vez anterior. Estos son factores importantes para mi preparación porque al ver que yo entreno sin nieve y he mejorado esto me motiva a seguir entrenando”, destaca Klaus.
Jungbluth reveló que se han mantenido conversaciones para ver si se podría incursionar en torneos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de invierno, pero hasta que se logre avanzar en ese sentido él seguirá participando a nivel internacional. En marzo del 2017 intervendrá en otra competencia en Noruega.
Aunque no tiene un entrenador personal, Klaus se informa de este deporte a través de libros y de los consejos de algunos amigos. Actualmente imparte sus conocimientos a un deportista, con la expectativa de que ya el próximo año pueda iniciarse en el esquí de asfalto.
Klaus no es el único ecuatoriano interesado en representar al país en los deportes de invierno, puesto que el campeón mundial de patinaje de velocidad, Jorge Bolaños, reveló el año pasado que pretende incursionar en el patinaje sobre hielo para cumplir el sueño olímpico.
“Ecuador no ha tenido nunca una federación de deportes de invierno, es abrir un campo nuevo en el país; sin embargo se necesita mucho apoyo porque en Ecuador no existen las condiciones, por lo que el deportista debe constantemente viajar para entrenarse. Si se logra crear esta federación, seguramente muy pronto van a haber más ecuatorianos que se interesen por estos deportes”, concluyó Jungbluth.