La bicicrosista Doménica Azuero se alista para enfrentar al 100% las competencias de la presente temporada y comenzar a sumar puntos rumbo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
En el 2016, ‘Dome’ no pudo alcanzar el objetivo de llegar los JJ.OO. de Río. Una doble rotura de clavícula le quitó las posibilidades de pelear por el cupo durante el Mundial de BMX de ese año.
No obstante, el 2017 retornó a las competencias y ya se la vio brillar en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta, donde enfrentó a la campeona olímpica, la colombiana Mariana Pajón, cosechando dos medallas de plata.
Ahora realiza una pretemporada de acuerdo a la planificación de su entrenador principal al francés Thomas Allier, además de los técnicos ecuatorianos Paúl Valdivieso y Erick Loa, el preparador físico Diego Zhañay y el psicólogo Esteban Paredes.
“La pretemporada y ahora, la fase de entrenamientos, ha sido dura y exigente con la intención de recuperar el nivel de alta competencia. Eso lo tenemos claro con el equipo con el que trabajo”, explicó Azuero, que destina cinco horas diarias entre pista, gimnasio y ruta.
El primer torneo internacional del año, está previsto entre el 10 y 11 de marzo en Bolivia, donde se disputará la Copa Latinoamericana; antes, a nivel nacional, Azuero intervendrá en el Nacional del 10 y 11 de febrero en Tena, Napo.
Uno de los retos más importantes de la temporada será la Copa Mundo de Supercross, cuyas dos primeras paradas se correrán el 30 de marzo y 1 de abril en Francia.
Todas estas carreras son puntuables para la clasificación de la Unión Ciclística Internacional (UCI) y ayudan a sumar en la búsqueda de un cupo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Estoy en un momento de mi vida, en la que tengo un mayor grado de madurez, sé cómo se enfrentan estos retos y el proceso de clasificación a las Olimpiadas, exigiéndose mucho y sacrificando también algunas cosas”, aseveró la piloto azuaya.