Nueve deportistas de alto rendimiento forman parte del Programa de Intervención en psicodiagnóstico deportivo y entrenamiento mental rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio el próximo año.
Se trata de una iniciativa del Comité Olímpico Ecuatoriano para apoyar a un grupo de atletas con posibilidades de clasificación olímpica que no cuenta con un profesional en psicología deportiva en su equipo interdisciplinario.
El Proyecto está a cargo del máster en Psicología Deportiva Leonardo Tarqui Silva. “El objetivo es capacitar al atleta ecuatoriano con herramientas psicológicas en entrenamiento mental para que logre superar ciertas presiones y características que tiene el deporte de alto rendimiento”, explicó Silva.
“Dentro del proyecto hay cuatro etapas. La primera de evaluación clínica, esto consiste en conocer la personalidad del deportista; luego pasamos a un elemento de psicodiagnóstico deportivo, de acuerdo a las características de ese deporte, cómo esta funcionando el deportista, los niveles de ansiedad precompetitivo, si maneja herramientas de relajación. Luego realizamos un entrenamiento mental en donde equipamos al deportista con estas herramientas. Queremos también conocer el grado de impacto que tiene la intervención psicológica, es decir, que al final vamos a evaluar con el dirigente, el deportista”.
Los deportistas que forman parte del proyecto son las halteristas Neisi Dajomes, Angie Palacios, Lisseth Ayoví y Tamara Salazar; el kayakista César de Cesare; la canoísta Anggie Avegno; la golfista Daniela Darquea; Marina Pérez y Diana Durango, de tiro olímpico.
A este grupo de atletas consagrados se suman dos integrantes del Proyecto de Ayudas a Jóvenes Promesas 2020, la karateca Amy López y la judoca Laura Vásquez.
“Es un tanto complejo trabajar con atletas que ya se han formado, al tener una trayectoria, de manera empírica el atleta descubre cómo automotivarse y autocontrolarse, e incluir al psicólogo es un tanto difícil muchas veces. El nivel formativo nos da ciertos parámetros de desarrollo a nivel psicológico, porque tenemos la posibilidad de seguir al atleta desde su proceso formativo, ir nutriéndole, incluso desde el plano familiar”.
El investigador ecuatoriano que actualmente cursa un doctorado en la Universidad del Aconcagua de Argentina trabajará individualmente con cada uno de los deportistas, una sesión virtual por semana, durante los próximos seis meses.
“Cada deporte es diferente, tienen características individuales. Hay deportes de tiempo y marca, deportes de combate. A nuestros atletas tenemos que realizar una formación desde las bases. La formación académica tiene que ir a la par, porque del deportista lo que más nos interesa es el ser humano, el deporte se va, pero queda el ser humano”.
El especialista presentará mensualmente los informes de trabajo con cada atleta al Departamento Técnico Metodológico del COE, encargado de revisar el progreso y los resultados.