TORONTO, Canadá.- Así, con letras mayúsculas, para gritarle al mundo que este joven atleta de nombres LENÍN PRECIADO, está para alcanzar logros como estos, oro panamericano en Toronto en la disciplina de judo en la categoría -60 kilogramos, y por qué no pensar en otros de mayor nivel, llámese Juegos Olímpicos.
Pasa por varios aspectos… Uno, su preparación… Porque cuenta con un cuerpo de entrenadores de primer nivel y otro de dirigentes que lo viene apoyando en todo. Dos, su técnica y poder… No solo lo hace ver estéticamente como un judoca estratégico, tiene una fuerza impresionante, agarre y sapiencia para saber cuándo y cómo atacar… Tres, tiene hambre de gloria… No siempre se le gana a un medallista olímpico, como lo hizo ahora con el brasileño Felipe Kitadai... Y en ese deseo se conjuga la disciplina, la entrega, el respeto, la responsabilidad y dedicación por el trabajo, y su deseo de querer ganar siempre, para Lenín no existe el segundo puesto.
Lenín es de aquello que cuando se propone algo, lo consigue… Esto de querer ganar una medalla panamericana no es de ahora… Junto a sus dirigentes y entrenadores de la Federación Ecuatoriana de Judo, entre ellos su presidente Fernando Ibáñez, su administrativo, Roberto Ibáñez; sus entrenadores, Roberto Ibáñez y José Romero, y sus compañeros de equipo, con todos con quienes hace una verdadera familia, lo soñó alcanzar; pero había que sacrificarse para lograrlo. Más entrenamientos, más disciplina, más cuidado, mejor alimentación…
Como anécdota, en una de esas acostumbradas visitas que realiza al Comité Oímpico Ecuatoriano, hace aproximadamente diez días, alguien le invitó para que se sirva unas galletas. Lenín, muy educadamente, respondió que estaba haciendo dieta y controlando su peso… “Tengo que cuidarme porque quiero ir por una medalla a Toronto”, manifestaba con enorme seguridad.
Se lo notaba muy entusiasmado y ya en el peso ideal para su categoría, y una figura llena de músculos, que seguramente para cualquier rival sería difícil derribar, peor pensar hacerle un ippon directo…
Este orense humilde, que siempre anda sonriéndole a los amigos y a los que no conoce, la noche del 11 de julio del 2015, se dio el lujo de poner a Ecuador en la quinta posición del tablero de medallas, con su presea dorada obtenida con sobra de merecimientos… ¡Salud campeón!
